Busca trenes a Grenoble

Cuando te bajes del tren a Grenoble, descubrirás que la estación de tren está en el centro mismo de esta preciosa localidad. O lo que es lo mismo, en cuanto salgas a estirar las piernas después de haber usado los billetes de tren a Grenoble, podrás saludar a dos imponentes ríos, el Drac y el Isère, que confluyen allí para fusionarse en un único Isère. Otra de las cosas que te darán la bienvenida cerquita de la estación es un teleférico que asciende unos cientos de metros para llevarte hasta la fortaleza de la Bastilla. Ojo, no confundir con la fortaleza del mismo nombre de París, que se construyó al acabar la Revolución francesa. Pero, si te gusta esa época histórica, no te preocupes, porque Grenoble también tiene vestigios de aquel conflicto que cambió la historia universal que podrás visitar. Si eres un aventurero, cuando estés allá arriba, podrías practicar escalada; pero, si el riesgo no es lo tuyo, simplemente, puedes deleitarte con las vistas de los Alpes y sus simpáticas cabras. En el camino de bajada, pásate por el museo arqueológico Saint-Laurent y profundiza en una cripta que tiene más de un milenio y medio de historia.

Desgraciadamente, no, dentro de la estación de tren de esta joya de los Alpes no vas a encontrar consigna. Pero no dejes ni por un momento que esto te disuada de aprovechar los billetes de tren baratos a Grenoble que se pueden encontrar ahora mismo, porque sí que existen otros servicios de consigna repartidos por esta villa. Es más, hay un sistema llamado Edmond Voyage muy guay en el que están inscritos varios comercios que hacen de guardianes de tus cosas mientras te vas a visitar el lugar después de llegar en tren a Grenoble. Lo decimos porque la Bastilla tiene muchas escaleras y con una mochila a cuestas, pues no mola. Y no es nuestra idea que hayas pillado un tren a Grenoble para quedarte sin espalda.

Cuando viajeros y viajeras llegan en los trenes a Grenoble, piensan que están en una estación normal, pero no es así. Es una estación genial digna de tener en cuenta. Parece normal, porque ofrece, en principio, los mismos servicios que ofrecen otras muchas. Aseos: obvio. Venta de billetes, objetos perdidos…: vale. Pero la estación de tren de Grenoble tiene algo que la convierte en la mejor estación en la que vas a estar en mucho tiempo: un piano. Si alguien se acerca y sabe tocar este instrumento, puede hacerlo para amenizar al resto de transeúntes. No sabemos si existe alguna norma que prohíba que se acerquen esas personas que no tienen ni idea de tocar el piano, pero saben tocar las cuatro notas del villancico de "Dulce Navidad".

Francia, en general, y Grenoble, en particular, forman parte del protocolo Schengen, así que no necesitas nada para ir en tren a Grenoble tantas veces como haga falta. Eso sí, nuestra recomendación es que lleves siempre el DNI y el pasaporte si lo tuvieses, porque no pesan nada y solucionan de manera rápida cualquier cuestión que, de otra forma, tardarías un buen rato en resolver. Además, Grenoble está al lado de Italia y de Suiza, así que igual te lías la manta a la cabeza y cruzas los Alpes. Y aunque son todos países Schengen, no está mal cruzar las fronteras con los documentos.