Los hoteles baratos en Santander abundan por todos los rincones, pero se concentran sobre todo en dos zonas de preponderante interés. Por un lado, en el centro histórico y el barrio pesquero, muy próximos el uno del otro, y por otro lado en el barrio de Los Pinares o El Sardinero, que están muy cerca de la Playa del Camello, la más amplia y frecuentada de las que alberga el municipio. Ambos lugares son buenos para buscar alojamiento, ahora bien, todo depende del tipo de viaje que tengas pensado. Para un fin de semana romántico, quizás el centro histórico tenga más encanto, además está cerca del barrio pesquero, así como de multitud de restaurantes con productos frescos y de calidad.
Ahora bien, si lo que llevas en mente es un plan de playa con la familia o con los amigos, incluso con tu pareja, lo mejor va a ser obviamente que te decantes por los barrios más cercanos a la playa, como son: El Sardinero, Los Pinares o Canalejas. En caso de que busques algo más barato que el hotel convencional, puedes encontrar bastantes albergues a buen precio por la zona centro, y si te alejas un poco más hacia el barrio de San Roque o San Martín, podrás encontrar apartamentos y hostales a precios más que razonables.
La ventaja de alojarte en el centro, como ya hemos dicho, es la cercanía a los monumentos históricos y al barrio pesquero de la localidad, donde se pueden encontrar los restaurantes con el mejor producto de la ciudad. Por otro lado, la cercanía a la playa te ofrece las ventajas de un ambiente más distendido, donde podrás dormir arrullado por el sonido del mar y las caricias de su suave brisa.
Los principales atractivos del centro son algunos como la Catedral, el Palacio de la Magdalena o el Museo Marítimo del Cantábrico. Sin olvidarnos por supuesto de la gran oferta gastronómica.